Crea tu propia aventura. Parte V

La noche estaba en puerta y yo sentía que casi había llegado al lugar que buscaba. Sí, sólo algunos metros más y habría llegado a destino. Incliné la vista hacia mi costado izquierdo y estacioné a unos metros del pavimento. Caminé hacia el norte y encontré la vista más maravillosa que pude haber encontrado. Me senté y acerqué mis piernas a mi cuerpo rosando las rodillas con mi mentón. Miré el cielo nocturno. Una maravillosa cantidad de destellos iluminaba el paisaje, y el rápido canturreo de los grillos le daba un toque más salvaje a la noche. Alargué la vista y vi una cerca. Pude descrifrar que después de la cerca habría una caída o algo parecido. Vi aún más alla de la cerca, y observé las luces de la ciudad. Estaba segura que había mucho más allá de todo eso, pero mi vista no me permitía verlo. En ese instante comenzé a recordar cada momento y situación de mi día para poder guardarlo en mi mente más detalladamente. Había sido una aventura extraordinaria. No sabía si para muchos, pero para mí lo era, y eso bastaba. Al realizar el viaje me dí cuenta que dejé de lado por un rato todos los sentimientos que hasta esta mañana tenía sobre mí, pero había uno que extrañaba particularmente y que no había pensado lo suficiente. Me detuve a pensar y recordé que estaba enamorada. Una tímida sonrisa se dibujó en mi semblante y lo recordé por segunda vez. Me tomé unos minutos para respirar ese momento y llenarme los pulmones de aire. Me levanté lentamente para poder captar todo detalle de ese último momento de mi viaje. Caminé despacio y encontré a mi amiga. Me subí y le dí un ultimo vistazo a ese paraíso. Dejé atras todo lo maraviloso. Conducí por horas sin pensar en casi nada. Era plena noche cuando llegué a la puerta de mi vivienda y yo estaba exhausta. Aparqué mi motocicleta en la entrada e ingresé al lugar. Me puse mi ropa de dormir y caí sobre mi cama tan cansada que en un parpadeo estaba dormida. También soñé esa noche. A las 7:30 A.M. se activó la alarma que yo misma había programado hacía dos noches. Sonaba Longing de Buckethead...