Me podría quedar horas escribiendo sus infinitas cualidades. Podría explayarme en forma absoluta, unicamente pensando las sensaciones que ese ser me provoca. El mimetizarme con sus sentimientos, me hace sufrir cuando él no es felíz. Su sonrisa puede encantarme por siglos y llenar un vacío en mí que no cualquier otra cosa podría. Uno de los mejores seres que pude conocer, y estuvo delante mío por tanto tiempo. Le doy gracias por aparecer en mi vida y brindandome todas las alegrías que hacen que yo sea una persona felíz. En su interior podemos encontrar cosas maravillosas que jamás creerías poder encontrar viendo una cubierta tan distinta. Un alma peculiar. Mi otro yo. Tiene algo especial, que no encuentro en cualquier persona. Algo que no me permite estar alejada de él por mucho tiempo. Que me hace valorarlo cada minuto que pasa. Se hizo indispensable para mi vida diaria. Lo escucho, lo pienso, lo siento y hasta lo sueño.