Describir esa sentimiento cuesta muchísimo. No sé ni cómo soy capas de hacerlo. Sólo voy a decir unas cuántas cosas y no voy a intentar dejarlo muy en claro, porque es difícil hacerlo. Es sentirse. Te das cuenta cuando realmente llega. Cuando esto pasa, sentis que todo lo anteriormente sentido, no era ni una milésima de lo que sentís en este preciso momento. No sé si me expliqué bien. Creo que no, pero en fin, continuemos. Es el sólo hecho de ser eternamente felíz con la sonrisa del otro. Es que la pequeñez más mínima te llene completamente. Es sufrir por el otro. Es el querer cambiar por alguien más que por nosotros mismos. Es querer su felicidad a toda costa, y pensar que nada es suficiente y siempre va a haber algo nuevo que puedas hacer para seguir llenando sus días de alegría. Es suprimir el orgullo del diccionario, ¿sabés por qué no? Porque es muy dificil amar con el ego. Es querer unirse con una persona, y tener la lealtad para jamás traicionarla, porque -ya lo dije antes-, su infelicidad, es la nuestra. Es echarlo de menos, hasta cuando está a nuestro lado. Es demostrarle a cada segundo su importancia en nuestras vidas, y que aún así no sea suficiente para explicarle todas las sensaciones que causa en uno. Es el encontrar a alguien que nos haga sentir a gusto a todo momento. Es ser egoísta y desear guardar su sonrisa solo para uno, porque pensas que no puede haber algo más hermoso para contemplar. Es estar celoso del sol, que roza su rostro cada mañana. Es escuchar los latidos en su pecho y agradecer a quien sea por encontrarlos en el mismo espacio. Es amarlo cada día un poco más.
1 comentario:
Dios, hace cuánto que no me pasaba por tu blog. En fin, ya sabés que está hermoso y que te amo? Si no lo sabías: sabelo. te dejo un beso teph, no estoy de buenas como para crear algo divertido.
inés,
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